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jueves, 13 de abril de 2017

Y tú ¿socializas con la sociedad o en privado?

Parecería un poco extraño este título, per se entendemos que la socialización es pública y no privada, pues las redes sociales fueron inventadas para contactar con personas, nuevas, lejanas y hacerle saber al mundo lo que pensamos.

Anteriomente los amigos, las parejas, los negocios, y todas las relaciones sociales se realizaban con la
gente con la que físicamente convivialmos, pero en los 90, cuando la red de internet se abrió y se convirtió en el boom y estuvo disponible para la sociedad, las posibilidades se volvieron infinitas. Ahora podíamos comunicarnos con personas en espacios remotos para nosotros y lograr amistades, negocios, educación a distancia y hasta amores "por carta moderna", es decir por correo electrónico o chat si se trataba de conversaciones en tiempo real.

Claro, también se abrieron nuevos peligros, empezamos a ser vulnerables al tener contacto con personas que no tenemos la menor idea de quiénes son, dónde trabajan o si nos están hablando con la verdad. Todo estaba escondido tras una pantalla y tal vez una foto que podía o no ser real.

Ahora con la tecnología, incluso podemos acceder a las videoconferencias en tiempo real, y tener un poco más de certeza aunque no precisamente una grantía.

Por otro lado no podemos vivir ausentes de las redes si queremos ser partícipes de la realidad en la que nos encotramos inmersos. Ya seamos empresas o personas físicas, tenemos que estar ahí para enterarnos de un cumpleaños, incluso una reunion familiar, vacantes de trabajo, promociones, y casi cualquier cosa.

Y para poder explotar todos los beneficios que las redes ofrecen, lo ideal es tener nuestros perfiles públicos, de lo contrario no seremos localizables para poder recibir el aviso de ese puesto de trabajo, o saber que nuestro amigo del kinder se acordó de nosotros y desea saludarnos... para una infinidad de cosas.

Como bien dicen por ahí, si vas a tener tu twitter privado, mejor crea un grupo de whats con tus contactos cercanos, y comparte sólo con ellos. Si quieres ser participle de la sociedad y que tu opinión cuente, permanence con tus redes abiertas, publica para todos, haz valer tu opinion, déjate conocer, si quieres presumir tus últimas vacaciones y quieres llenarte de narcisitas likes, déjalas ahí para que el mundo sepa.

Si quieres hacer reir a la sociedad con memes, déjalos ahí para que todos los vean, los compartan en sus propias redes, o los plagien como suele pasar.

Al final aún con copyright, lo que sube a la web se vuelve cc o copyleft, termina siendo del dominio público, sobre todo cosas triviales como un meme, aunque podemos ser lo suficientemente decentes para dejarle sus marcas de agua o el nombre de la red a la que pertenecen para que los amantes de esos contenidos encuentren más de lo mismo.

Resulta una total contradicción y desperdicio de la nube tener espacios cerrados, cuando son para compartir, un sin sentido de la existencia virtual.

Todos sabemos que los muros o espacios públicos  (el agora moderna) desde el Twitter, el famoso Facebook, el snapchat, el fallido Vine, el popular Youtube o cualquier otra red social, son el espacio de desahogo de sus propios autores, quienes expresarán desde su corazón la más dulce de las felicidades, hasta el más amargo de los dolores, la más terrible frustración y la estupidez más incensata.

Y serán los receptores de estos mensajes quienes decidan si ponerse el saco de lo publicado, aún por un total desconocido, o un conocido, si compartirlo, rechazarlo o ignorarlo.

Serán nuestros interlocutores quienes decidan responder, viralizar o dejarnos solos con nuestros pensamientos.

Si alguien cree que corre peligro en su integridad o su privacidad por publicar en público (aunque suene redundante), mejor que se abstenga de usar las redes sociales, éstas son creadas para socializar e interactuar con conocidos, desconocidos y futuros conocidos, no para esconderse de la sociedad.

Cada quien es responsible de seguir abiertamente o como un cobarde espía las publicaciones a alguien más. Disfrutarlo o torturarse con su imaginación, con pruebas feacientes o especulaciones, porque por primera vez la comunicación es bidireccional, abierta y posible, aunque no garantiza que recibiremos respuesta, o la respuesta que esperamos.

Pero no confundamos, una cosa es que todos puedan conocer y ser partícipes de nuestras ideas, y otra que todos puedan ser nuestros amigos. No es lo mismo, para los amigos están los molestos y tintineantes grupos de whats app, y para el público las redes sociales, a las que claro, nuestros amigos son los primeros invitados.

Hagamos Consciencia y pensemos, si tienes una red privada, considera dos veces si realmente la necesitas, aún tenga un candadito, su interior puede ser vulnerado, repilicado y distribuido, no lo olvides.

martes, 25 de marzo de 2014

Cenicienta a causa de una yunta de salvajes

Por Sara Arellano

Cenicienta, así fui apodada por el personal del STC Metro, (una amable policía auxiliar de apellido Muñoz, la jefa de estación Argelia Monroy Salazar, y su amable compañero, jefe de estación en otro turno). 

La causa de este seudónimo ocurrió, luego que al intentar trasbordar hacia la línea 3, o verde opaco, fui atropellada, empujada y pisada por un conjunto de salvajes del género masculino, que una estación previa al trasborde, se incrustaron en el segundo vagón del metro, espacio destinado exclusivamente a mujeres, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.

Al entrar no sólo me empujaron hacia atrás, sino que al intentar salir, recibí tantas agresiones que hasta me despojaron de mi sandalia, y por poco de la salud de mi tobillo.

Afuera del vagón, una señora mayor y muy bajita, impidió que tocara el piso, la amable señora, quien llevaba prisa, me regaló varios minutos de su día al ir a buscar a la auxiliar para informarme del incidente y me ayudara a recuperar mi sandalia, que desafortunadamente había caído a las vías del metro, (zona b, de vía 1).

Fue entonces que luego de pedir ayuda a todo el personal del metro, la señora me dejó en manos de Argelia, quien inició el incidente 210158 a las 10:20 am en Línea 2 del STC.

La jefa de estación acudió con el personal de seguridad para pedir permiso para recuperar la sandalia, el permiso fue denegado, tenía un tiempo de espera hasta las 12:30 de la tarde de ese día.

En tanto daba la hora, su compañero, quien ese día estaba de vacaciones, pero había quedado de desayunar con sus amigos del trabajo, calmó mi estrés, y no es que perder un zapato signifique el fin del mundo, pero yo tenía dos inconvenientes, el primero que no podía llegar hasta la FMV, de la UNAM, en donde asistiría a una conferencia, careciendo de un zapato, y el otro, estaba y estoy, completamente indignada con la bajísima calidad de varones que habitan en nuestra ciudad.

Les llamo varones, y no porque tengan un título nobiliario, sino porque es imposible llamarles hombres, ser hombre significa mucho y ellos están muy lejos de poder ostentar esté genérico.

En fin, entre las horas de espera, el amable personal del SCT de Hidalgo (línea 2), me contaron que entre todos los empleados se hace una gran familia, las personas tienen una gran calidad humana, y “más aún el personal de limpieza, pese a que son sumamente explotados”, refirió el jefe de estación en periodo vacacional.

Las irregularidades que se viven día a día
Asimismo, me explicaron que en ocasiones los trenes dan frenazos bruscos, “pero no porque el conductor sea malo, aunque lo vean con su cara de tontitos”, mencionó la jefa del siguiente turno de Monroy.

Sino porque “por ahorrarse unos pesos, cuando AMLO estuvo como jefe de gobierno, se enteró que venían muy económicos porque iban para Colombia, pero no cumplían con los estándares de calidad, e iban para ser desecho de CAF, el principal productor de vagones para transporte colectivo”, afirmó la jefa de estación del segundo turno.

El problema principal con las vías de México, es que no son compatibles con la infraestructura que se tiene en el país “que es excelente, y bueno que decir de la calidad, estos son como un cascarón de huevo que se rompe al mínimos impacto, a diferencia de los que se piden originalmente para nuestras líneas, que son de muy bien metal que recubre roble sólido, que garantiza seguridad al viajero”.

Al respecto, la auxiliar Muñoz, señaló que “antes si temblaba y estabas en el metro, lo mejor era permanecer en el vagón porque era el sitio más seguro, pero ahora, hay que huir, porque si algo se desprende no la cuentas”.

Y recordando el gran golpe que recibió el STC, en su línea 12, o dorada, la jefa del segundo turno señaló que la obra fue aceptada por Marcelo, aún sabiendo que había fallas aún por la incompatibilidad de los vagones, que además son rentados a CAF, y que siguen teniendo un inmenso coste a lo largo del tiempo.

“Ya se sabía que se descarrilaban, y así lo acepto, en verdad no le importa que la gente muera por falta de calidad en el servicio, y esto ha pasado en varias líneas, pero jamás sale a la luz, los elevadores de varias estaciones no funcionan, hace menos de un mes, un niño se quedó atrapado en un ascensor, y llegó protección civil, pero no se hizo alusión a ello”, refirió la jefa.

Y molesta comentó que lejos de preocuparse por un servicio adecuado para la ciudadanía, cuando visitan las estaciones los gobernadores “mandan pulir, reparan lo que está averiado y todo funciona perfecto, porque fue arreglado ex profeso, pero una vez que el evento termina, se deteriora de nuevo, y no se da el mantenimiento adecuado”.

Hagamos conciencia
Sinceramente me quedé con una buena experiencia al  conocer la calidez que tiene el personal del metro a pesar de tener un ambiente tenso con el público usuario que llega estresado y molesto porque algo no funciona bien.

Y sigo muy preocupada por la calidad de humanos que ocupan el servicio, algunos, como la señora que me auxilió tienen ese sentido común que muy poco hay, y le agradezco enormemente sus atenciones, por ello hagamos conciencia:
  • Al llegar a algún lado, estés molesto o contento, siempre saluda
  • Externa tus inquietudes con serenidad y educadamente
  • Evita enjuiciar a la gente, hay personas amables y otras no tanto, no te rebajes, demuestra tu calidad humana
  • No uses sandalias en el metro, como todo deporte extremo, el calzado adecuado son tenis cómodos y bien ajustados
  • Aprende de todas las situaciones que se te pongan enfrente
  • Evita salir con prisas, y evita cargar con un homicidio imprudencial por que decidiste aventarte como un salvaje por salir tarde o por no querer esperar el próximo tren
  • Y sí, dale un gran sape a quien lo merezca, en especial si te encuentras ante una yunta de salvajes sin educación, pero cuida tu integridad

miércoles, 9 de febrero de 2011

Actitudes y regaños a niños menores

¿Cuántas madres de familia suben a los transportes públicos regañando a sus hijos para que viajen sentados, quietos y bien portados? En una pequeña observación de campo alrededor de siete años he visto que 9 de cada 10 mamás les piden, les ruegan, regañan y hasta “nalguean” a sus hijos para obligarles a viajar correctamente.
En algunos casos las madres se ven hartas de la desobediencia de sus hijos, misma que no logran tal vez porque no han sabido demostrarles con el ejemplo que eso es lo correcto y que ellas mandan porque los hijos son su responsabilidad.
Y claro, yo tengo ninguna autoridad ni permiso para enjuiciar a alguien, y no pretendo hacerlo, tan sólo retratar un poco la vida cotidiana que todos podemos observar con tan solo abordar cualquier de estos transportes cinco minutos.
Para mi sorpresa, hace unos días cuando regresaba del trabajo a la casa abordé un microbús, estaba casi vació, me senté en la segunda banca del lado del chofer. La primera venía ocupada por una señora de unos 55 años. Ella venía acompañada de un pequeño de no más de cinco años.
No parecía ser su mamá, podría ser su abuela o su tía, aunque la forma en que le hablaba me hizo inclinarme más por la idea de que era su abuela.
El niño venía tranquilo, cansado y con los ojos que le pesaban del sueño. La señora lo regañaba porque el niño iba sentado y tranquilo, lo obligaba a ir de pie entre su asiento y el respaldo del chofer.
El niño se levantaba ante los jaloneos de la señora, y en menos de 15 segundos volvía a sentarse, y deslizarse hacia atrás hasta que su espalda se recargaba en el respaldo del asiento. Nuevamente la señora le gritaba y lo paraba para obligarlo a ir de pie en esa incómoda posición y con riesgo de que se golpeara la cara con el tubo que suele estar colocado ahí.
Esta secuencia se repitió unas 9 veces hasta que llegaron a su parada.
Una vez que la señora indicó al chofer que se detuviera en la esquina, el niño, ya de pie se sujetaba del tubo y caminaba lento hacia la puerta. La señora más que enojada lo jaloneaba más agresivamente al borde de provocar que el niño, somnoliento callera al piso.
Con un jalón más el niño se desprendió del tubo y bajando del microbús, sólo se alcanzaban a escuchar los gritos de la señora y los maltratos emocionales y físicos en contra del niño por ir sentado en su lugar.
Algunas veces ignoramos el daño que podemos hacer a otros con nuestros comportamientos, especialmente cuando se trata de un menor, quien es muy vulnerable a todo lo que sucede y es muy fácil dañar su autoestima y acostumbrarlo a que lo “correcto” es que reciba malos tratos.
Así que hagamos conciencia, y por difícil que sea pensemos antes de agredir física o verbalmente a alguien. Pues una vida puede destrozarle completamente por una mala decisión, generalmente, impulsiva.