Sara Arellano
Ayer primero de mayo, un día para muchos de asueto, pero algunos otros como yo, de trabajo. Había pensado que aprovechar la poca afluencia de carros e irme en bicicleta al trabajo, le estoy agarrando amor a la pedaleada, pero lo cierto es que aún siento temor de ir por las calles porque no tengo todo el equipo que yo considero necesario, y que la misma reglamentación debería pedir, es decir un casco protector, un chaleco indicador (si como los del personal de limpia para que te vean), y espejos retrovisores cuando menos.
Pero en fin no pude irme ser así y por un lado estuvo bien porque me habría terminado de re-quemar, como el domingo que anduve un par de horas en la bici por la zona de la condesa, que aunque hay algo de carros, es una zona tranquila y que gracias a la ciclo pista en varias de sus calles, los carros tienen más cuidado, y todo esto sumado a que al ser último domingo de mes cierran calles en toda la ciudad para crear un gran cicloton.
En fin como cualquier día tome el transporte, que por fortuna no iba haciendo base en cada esquina, llegue rápido, pero en Avenida Marina Nacional, que sin importar el día o la hora, siempre hay varios carros transitando, logré ver a cinco motociclistas, cada uno iba por su lado.
Sabemos siempre que ellos tienen muchos accidentes en gran medida ocasionados por su propia necedad, porque van zigzageando, algunos no llevan ni su casco, y muchos parece que buscan el punto ciego de los carros para ir por ahí. O los más “civilizados”, comparten carril y, lo mantienen durante todo su trayecto, para ir más rápido y evadir el tránsito pesado.
Pero lo asombroso de ayer, es que pese a qué en esa avenida sí había tránsito, los cinco iban en medio de su carril, es decir respetando su propio espacio y su integridad y salud física.
Claro algunos carros se abrían para rebasarlos, y por la derecha en algunos casos porque se fueron por el carril de alta, a uno lo entiendo, iba a dar vuelta, los otros iban repartidos en los tres carriles.
Muchas veces las personas salen tarde, y se confían de que por ir en moto necesitan el estricto tiempo que hacen de camino y ni un segundo más, pero pierden de vista que su vida corre peligro, en especial cuando no tienen todo el equipo necesario de protección. Sé que es algo utópico pero ojalá todos tuvieran el suficiente civismo de respetar su carril, habría menos accidentes.
Pero es verdad, si ellos mismos no se respetan la gente no los respeta porque en ocasiones ni los ven.
Pero mínimo, deben llevar casco, y si no quieren mantenerse al centro del carril “porque llevan prisa”, pues que lo compartan, pero sin zigzagear, salvo que vayan a dar vuelta, es decir deben ser disciplinados y acatar el reglamento de tránsito. Y por su parte los autos deben respetar tanto al de la moto como al de la bici, deben aprender que en esta ciudad cambiante, ya no solo hay carros, sino que además del peatón, deben estar alertas a motos y bicicletas, y claro ser prudentes todos, y no hacer tonterías o “aventurarse” a librarla, porque en una de esas hasta la vida pierden.
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