En el segundo caso puedes recibir desde likes a tu comentario que simplemente significa que tus amigos se tomaron el tiempo de leer tu sentir y con un clic decir "te comprendo"; otros te dirán "estoy para lo que necesites", y muchos más te dirán "ánimo".
Qué desesperante puede ser esa aparente palabra de apoyo, que si bien la intención es buena, en realidad puede llegar a deprimir más.
Al estar inmerso en una experiencia, triste, negativa o depresiva, de verdad lo que se busca es recuperar el ánimo, pero en ese momento no es posible, hay que vivir un duelo o dejar tiempo para que el cerebro asimile y se recupere.
Recuerdo que hace unos meses asistí a un congreso sobre depresión y tristeza, los especialistas indicaron que cuando alguien enferma del estomago, o tiene un dolor de cabeza, nadie les dice ánimo, pueden recomendarle algún analgésico y los más conscientes, aconsejan acudir al especialista, pero cuando la salud anímica o emocional está fuera de equilibrio, no se percibe como un problema se salud, y jamás se recomienda asistir con el experto de la salud mental y es clave para salir adelante.
Y justo hoy la experta en neurociencias Catherine Harmer indicó la complejidad del proceso para recuperar ese ánimo.
Si se trata de un episodio causado por algún suceso como una muerte, un divorcio, o cualquier otra pérdida como la laboral, puede bastar con platicar con un amigo que escuche y se preste a ayudar, cuando es un poco más severo, con un psicólogo o tanatólogo, mientras que si el momento depresivo rebasa las dos semanas es preciso acudir al psiquiatra para que recete el tratamiento farmacológico en la fosos adecuada para cada caso.
Sentirse triste, es un proceso humano, pero en ocasiones en una enfermedad, así que si de verdad a aprecias a quien te cuenta directa o indirectamente sus experiencias, bríndale tu apoyo si es posible, o acompáñalo con el experto de la salud mental, pero jamás le digas ánimo, no es algo que pueda elegir
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