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jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Tú mientes?

Sara Arellano
Decir mentiras puede parecernos de lo más común de la vida, pero ¿sabes cuando esto se convierte en un problema incontrolable, tanto que tú mismo acabas creyendo todo lo que dices?
Muchas veces se miente por “no lastimar a alguien” y tal vez sea “bueno” si de verdad es una situación sin importancia, pero si ya es algo que va a trascender más allá podría ser un grave problema tanto mara el mentiroso como para la “víctima”.
Otras veces se miente porque las personas no están listas para escuchar la verdad, es decir no les gusta la verdad, les gustan los rodeos, las “verdades a medias” y las cosas disfrazadas, entonces, cuando no hay más remedio más que enfrentar una verdad el golpe emocional puede ser muy fuerte.
Y precisamente el no estar acostumbrados a recibir verdades es lo que finalmente hace gastar a las personas miles de pesos en terapias de salud mental, los psicólogos dicen que no saber asumir las realidades, enfrentarlas y sacar lo positivo de los sucesos es lo que vuelve muy difícil el trabajo de aceptación.
Entonces todo parte desde de la misma sociedad y el primer contacto que es la familia, cuando en lugar de decir las cosas de un modo entendible para los niños pequeños, se les miente, entonces la persona se acostumbra a recibir información “rosa”, cuando no siempre es así, y cuando llega una noticia sin sutilizas no se es capaz de asimilar.
Probablemente la próxima vez que vayas a mentir sobre algo, tal vez deberías pensar, a ¿mi me gustaría que me mintieran?, ¿que todos sepan la verdad y trabajan en ocultármela mientras yo le hago al tonto?
Este es un trabajo de conciencia, pero tal vez es hora de empezarlo a practicarlo todos y por lo menos que no quede en  nosotros la responsabilidad de haber mentido, aunque sea sobre lo que comimos el día de hoy.

martes, 16 de agosto de 2011

El respeto al derecho ajeno es la paz

Sara Arellano

¿Cuántas veces platicando informalmente con más de una persona a la vez hemos hecho una pregunta dirigida y esta es contestada por otro de los interlocutores?

Esto se llama descalificar al otro, decirle inconscientemente "tu no vales, tu palabra no es importante".
Sin embargo, el agraviado a veces ni siquiera se entera de la falta de respeto hacia su persona, y asume como buena la respuesta que otro dio en su nombre.

Esto pasa muy a menudo con los hijos, al ser menores de edad, pocas veces sus "responsables", llámense padres o tutores, los dejan opinar aun sobre sus propias preferencias desde el conocido ejemplo en donde van a la tienda y le dicen al niño " ¿qué quieres?" y cuando éste responde, hay una respuesta del adulto afirmando " eso no te gusta".

Pero esto no es lo más grave, sino cuando ya involucra otras cosas como la elección de carrera, es decir a lo que una persona dedicara su vida completa.

Algo así presencie el domingo pasado con una tía que regresó de Aguascalientes con su hijo, mi primo.
Teníamos unos cinco años de no verlos, todos le hacíamos preguntas, pero otra de mis tías, y saben esas personas que siempre tienen la razón, aún cuando es evidente que están equivocados , contestaba todo por él, y eso que mi primo ya es un adolescente de 13 años ¿eh?. 

Esta no es la única vez que esto ocurre, es muy común encontrar estos casos, con conocidos, familiares o hasta en nuestra propia casa, y tenemos que estar muy pendientes que todas las calificaciones y descalificaciones que se le hacen a un niño son decisivas para formarlo como persona.

Al final, si desde pequeños no se les da la oportunidad a las personas de explorar sus gustos, preferencias y demás cosas, no esperemos que el día de mañana sean capaces de tomar decisiones importantes en su vida o cuando menos sean seguros de sí mismos, si durante su etapa formativa nos la pasamos descalificándolos y tratándolos como si fuesen seres sin capacidad de razonamiento.

viernes, 18 de marzo de 2011

Más allá de las infidelidades

Sara Arellano
Las personas del género masculino en general tienen a pensar que mientras más mujeres, novias, amantes, frees o como quieran llamarles tengan, más viriles son, y demuestran su hombría ante las demás personas.
Las mujeres antes eran tildadas de “chicas fáciles” si tenían ese tipo de conductas. Hoy con la igualdad de del género parece que eso de difumina, y bien al menos cada vez menos mujeres son llamadas “fáciles” y todos sus sinónimos.
Sin embargo, la igualdad no se trata de eso, tener varias parejas no hace a las personas mejores, por el contrario, de acuerdo con la psicóloga española Trinidad Aparicio Pérez, esto sólo refleja inmadurez por las ganas de querer vivir todo y rápidamente.
Claro yo no niego que el que más de una persona quiera estar contigo puede alimentar tu ego y tu vanidad.
Es agradable sentirse querido y deseado, pero en realidad ¿por qué eres infiel? Si ya estas con una persona y tienes la necesidad de buscar algo en alguien más es porque esa otra persona con la que actualmente estás ya no te llena del todo.
Ahora si de verdad hay amor ¿por qué tomar el camino fácil?, ¿por qué irse con alguien más?, en lugar de hablar con tu pareja actual y decirle, ¿qué pasa?, esto no me gusta, ahora me siento así o de plano sabes que… ya no me siento feliz a tu lado, y no creo que tenga arreglo así que mejor dejo de hacerte perder tu tiempo en una relación sin futuro y en donde no tienes nada más que aprender ni nada más que enseñarle a la otra persona.
Está bien querer, amar y ser apasionado, pero las infidelidades lejos de placer prolongado pueden traer sólo unos cuantos problemas más que antes no teníamos y para ello no hay marcha atrás.
Entonces hagamos conciencia y tengamos primero respeto por nosotros mismos para poder respetar a los demás, tengamos valor para enfrentar la verdad y decirla a quien tenemos que decirla.
Sí la verdad duele y muchas personas no están preparadas para oírla, pero sinceramente tu ¿crees que vivir en una burbuja de mentiras piadosas te dan la felicidad, la tranquilidad y la seguridad que necesitas en tu vida?

martes, 8 de marzo de 2011

Día internacional de la mujer

Sara Arellano
El 8 de marzo se instauró el día internacional de la mujer porque en varias partes del mundo fue un día importante para todas nosotras.
En Rusia se logró el sufragio, y en México el PNR ahora PRI realizó el primer homenaje a las mujeres por que ya tenían poder legal sobre sus hijos, negocios, patrimonio y demás cosas que se logró gracias al esfuerzo femenino.
Ser mujer es un verdadero orgullo, pues va mucho más allá de un género, somos en realidad seres maravillosos, tanto que tenemos la capacidad de dar vida a otro ser humano.
Todas somos hermosas y únicas, no hay mujeres feas, pero muy a mi pesar si tontas, o por lo menos inconscientes.
Una mujer puede ser deportista, sexy, hermosa, trabajadora, intelectual, obrera, directora, madre y muchas cosas más, sin embargo hay que poner cada cosa en su lugar.
Los tacones nos hacen lucir más altas, y visten con un poco de glamur o elegancia unos jeans y dan el toque perfecto a un vestido de noche.
Sí, yo me declaro fanática de los zapatos, justo ayer calcé unos hermosos de 12 centímetros de alto, pero fui a trabajar a la redacción, y salí solo a comer  a un par de cuadras.
Ahora, con tanto impulso femenino, libertad y ganas de demostrar al mundo la igualdad se ha dejado de pensar en la salud. Claro la mujer quiere ser deportista, pero sin bajarse de los tacones, ¿qué es esto?, si ya de por sí medicamente un tacón de más de 5 cm está contraindicado para el uso diario, ahora ponerse a correr o conducir una bicicleta con ellos, no es lo más sano.
Mujer, ten conciencia de tu cuerpo, de tu salud, de tu bienestar, puedes ser una deportista sexy, una mujer glamorosa y siempre verte bien sin necesidad de ponerte en riesgo.
No te basta con ver que otras, que lo hicieron antes que tu se han roto hasta la cadera por una fatal caída de los tacones, mejor si quieres usar tacones hazlo pero conjunta con una actividad  acorde a este tipo de vestimenta.
Quieres correr o andar en bicicleta, busca unos shorts coquetos con unos hermosos y cómodos tenis que te permitan ejercitarte con toda comodidad, pero jamás expongas tu salud o tu integridad, si te dañas a ti misma no podrás ayudar a nadie más, ni siquiera a tus propios hijos.
Hagamos conciencia y sin perder el glamur háganos todo lo que queremos hacer.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Un minuto de reflexión puede salvarte la vida

Generalmente no acostumbro usar coche cuando salgo a realizar mis actividades diarias, como ir al trabajo.  Pero hoy me toco ir a un lugar no tan cerca del metro, como para caminar con tacones,  a cubrir una conferencia. El Hotel W.
Mi cita era a las 8:30 y pues preferí asistir en coche, vaya mi sorpresa era el enorme tránsito que había, pero saben, el embotellamiento no era a causa del exceso de carros, sino de la forma tan mal de conducirse de las personas.
Unos “aventando lámina” a todo lo que daba, otros pasándose el semáforo ya en rojo, unos más con miedo a pasarse aún en el siga y estando protegidos por otros carros, es decir esperando que todos se quiten para dejarles la calle libre y avanzando a 2 por hora estorbando al máximo.
Y todos, sin ver que no sólo ocasionaban más tardanza en el avance vehicular, sino que potencializaban infinitamente un accidente tanto entre coches como entre coches y transeúntes.
Por un momento dije “es mega tarde” me voy a quedar sin la información”, pero luego de un respiro, dije, la información puede recuperarse, mi vida no. Y me relajé e hice de cuenta como si llevara dos horas de anticipación, siendo prudente hasta llegar a mi destino.
Afortunadamente no empezaba aún, llegue en tiempo. Al salir, ya como transeúnte, atravesar Reforma fue toda una odisea, ni en el semáforo se podía, los carros tapando toda el área y avanzando demasiado rápido como para atravesar y demasiado lento como para sortear entre uno y otro.
Así que caminé dos cuadras hacia el Auditorio Nacional y abordé uno de esos camiones que van todo reforma hasta La Villa. Un transporte eficiente y bastante bueno a mí ver, caro como el Metro Bus para la mayoría de los mexicanos, pero que vale la pena pagar.
Por eso ya sea que vayamos en carro o a pie, recordemos respetar las señales de tránsito, aun cuando vayamos tarde, pues el infringir estas reglas puede costarle la vida a alguien, seamos prudentes y conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Actitudes y regaños a niños menores

¿Cuántas madres de familia suben a los transportes públicos regañando a sus hijos para que viajen sentados, quietos y bien portados? En una pequeña observación de campo alrededor de siete años he visto que 9 de cada 10 mamás les piden, les ruegan, regañan y hasta “nalguean” a sus hijos para obligarles a viajar correctamente.
En algunos casos las madres se ven hartas de la desobediencia de sus hijos, misma que no logran tal vez porque no han sabido demostrarles con el ejemplo que eso es lo correcto y que ellas mandan porque los hijos son su responsabilidad.
Y claro, yo tengo ninguna autoridad ni permiso para enjuiciar a alguien, y no pretendo hacerlo, tan sólo retratar un poco la vida cotidiana que todos podemos observar con tan solo abordar cualquier de estos transportes cinco minutos.
Para mi sorpresa, hace unos días cuando regresaba del trabajo a la casa abordé un microbús, estaba casi vació, me senté en la segunda banca del lado del chofer. La primera venía ocupada por una señora de unos 55 años. Ella venía acompañada de un pequeño de no más de cinco años.
No parecía ser su mamá, podría ser su abuela o su tía, aunque la forma en que le hablaba me hizo inclinarme más por la idea de que era su abuela.
El niño venía tranquilo, cansado y con los ojos que le pesaban del sueño. La señora lo regañaba porque el niño iba sentado y tranquilo, lo obligaba a ir de pie entre su asiento y el respaldo del chofer.
El niño se levantaba ante los jaloneos de la señora, y en menos de 15 segundos volvía a sentarse, y deslizarse hacia atrás hasta que su espalda se recargaba en el respaldo del asiento. Nuevamente la señora le gritaba y lo paraba para obligarlo a ir de pie en esa incómoda posición y con riesgo de que se golpeara la cara con el tubo que suele estar colocado ahí.
Esta secuencia se repitió unas 9 veces hasta que llegaron a su parada.
Una vez que la señora indicó al chofer que se detuviera en la esquina, el niño, ya de pie se sujetaba del tubo y caminaba lento hacia la puerta. La señora más que enojada lo jaloneaba más agresivamente al borde de provocar que el niño, somnoliento callera al piso.
Con un jalón más el niño se desprendió del tubo y bajando del microbús, sólo se alcanzaban a escuchar los gritos de la señora y los maltratos emocionales y físicos en contra del niño por ir sentado en su lugar.
Algunas veces ignoramos el daño que podemos hacer a otros con nuestros comportamientos, especialmente cuando se trata de un menor, quien es muy vulnerable a todo lo que sucede y es muy fácil dañar su autoestima y acostumbrarlo a que lo “correcto” es que reciba malos tratos.
Así que hagamos conciencia, y por difícil que sea pensemos antes de agredir física o verbalmente a alguien. Pues una vida puede destrozarle completamente por una mala decisión, generalmente, impulsiva.

lunes, 24 de enero de 2011

La incultura del tránsito

Sara Arellano
Para quienes vivimos en el Distrito Federal es bien sabido por todos y cada uno de los que alguna vez hemos puesto un pie fuera de nuestras casas que la ciudad de México es un caos.
Que salir de buenas, con una sonrisa en el rostro, y saludar hasta al vecino que no es precisamente tu amigo e intentar llegar al trabajo, a la escuela o a donde sea, con esa misma sonrisa en casi imposible.
Pues el salir a la calle lo primero que encuentras es agresión, desde un claxon, una mala palabra, hasta un choque o te ves a ti mismo o algún congénere a punto de ser atropellado.
Sé qué en toda el área central, donde laboro, es una de las zonas más transitadas y por lo tanto más peligrosas, pues sea en un vehículo o caminando, es preciso cuidarse de quien va en sentido de la calle, el transporte de contra sentido, los que vienen en las calles en diagonal, quien dará vuelta y por si fuera poco hasta de las bicicletas.
Diario me toca el cruce Reforma – Bucareli, una esquina tremendamente peligrosa, porque los carros y las personas vienen de todos lados.
Un elemento, de esos de chaleco y gorra amarillo “mírame a fuerza” o tradicionalmente llamados “agente de tránsito”, es todo menos eso. En lugar de beneficiar el tránsito y enseñar una cultura del buen conducir, llega a poner desorden y no sólo eso, pone en riesgo la vida tanto de peatones como de conductores.
Todos sabemos que un semáforo verde significa avance continuamente, en amarillo es CUIDADO!!!  Está por cambiar a rojo y mejor empiece a frenar para que cuando esté el rojo esté usted en alto total.
Pero que hacen la mayoría de los incultos del tránsito, ven el amarillo y parece que significa, “métale a 200 o no alcanza a pasar”, y peor aún, todos saben que por lo menos hay dos segundos de gracia en lo que después del alto de unos, se ponga el siga de los otros, entonces aún cuando el semáforo ya está en rojo se pasan.
Ese individuo de chaleco y gorro amarillo debe detener a los autos cuando el semáforo se torna amarillo y asegurarse que cuando esté en rojo todos estarán en alto total, garantizando que tanto transeúntes como los carros que van en calles perpendiculares no chocarán en cuanto se torne su semáforo en verde, pues ellos tampoco estarán dispuestos a esperar más para que sigan pasando quienes ya tienen alto sacrificando valiosos segundos de su siga.
Pero que hace este “maravilloso” elemento situado en reforma y Bucareli, pues todos los que vienen de la calle de Rosales para tomar Bucareli o Juárez, siguen pasando diez segundos después de que el semáforo está rojo, y todo porque el de tránsito le dijo que podía pasar.
Mientras los que vienen de reforma en dirección a Juárez, aceleran, pero todavía no han terminado de pasar los de Rosales, entonces empiezan los cláxones, y obvio la gente que va a cruzar la avenida, tampoco puede hacerlo, sino hasta 20 segundos después de que estuvo el siga para ellos.
Y qué decir de la extraña hora en donde en ese punto no pasan carros por Reforma, tan sólo uno de los camiones del Circuito Bicentenario, que pasan cada 5 minutos.
Resulta que está el siga para Reforma, pero el alto para quienes vienen de Rosales, pero no hay carros en Reforma y sí en Rosales, ah pues también el siga del peatón de Juárez-Reforma esta en siga, pero el oficial jamás volteo a ver al peatón, o sea que le da la señal a Rosales para avanzar, y si el de Rosales no avanza, el oficial se molesta y lo obliga a avanzar, y ¿qué pasa? Pues nada más y nada menos que un ATROPELLADO en Bucareli, por la inculta y estúpida decisión del “respetable agente de tránsito”.
Este individuo no sólo ha dejado de cumplir su labor como preservador de la integridad física y seguridad de las personas, sino que jamás volteo a ver al peatón y peor aún, se olvidó de lo más importante, respetar el semáforo, y provocando miles de accidentes hasta la muerte.
Entonces si no son de utilidad, ¿qué hacen ahí?, deberían de ponerlos en algún lado en donde por lo menos no estorben o causen daños a terceros.

viernes, 21 de enero de 2011

¿Culpable o inocente?

La  verdad es que el mal llamado “caso Kalimba” me tiene harta. El tipo es tonto a más no poder. Pues hace unos días, Carlos Loret, en mandato de Televisa, le dio la oportunidad de salirse del problema con su imagen limpia, pero este individuo es tan inculto e iletrado que no supo defenderse y sólo logró cavar tu tumba un poco más abajo.
También, pues si lo que querían estos señores de la televisora, que se las saben de todas todas, es que Kalimba no hiciera el ridículo, lo hubiesen asesorado, el no sabía de eso, y menos los términos legales, pero qué va, creo que no sabía ni lo que significaba “haber tenido relaciones sexuales”.
En fin, Kalimba se presentó y se hundió sin ayuda externa, él solito lo logró. ¿Pero tanto relajo?, haber quitémosle nombre a los personajes, y olvidemos por un momento que se trata de un personaje famoso y una niña de escasos recursos.
Este es el caso, un individuo de género masculino y mayor de edad que fue a trabajar a un antro, y una adolescente que ese día fue de edecán en el mismo antro.
Ambos toman unas copas de más, que pudieron o no haber acompañado con estupefacientes de otro tipo. A la niña le parece un tipo encantador aquel DJ, y wow, la invitó a escuchar su música.
Pues va a su habitación, inicia un beso, otro beso, y ella dice “oye no, sabes qué, ya no me gusto, ya no quiero”, él debe respetar y retirarse. O la otra opción, sí, sí quiero, pero no olvidemos que ambos tienen alcohol en la sangre y posiblemente otras sustancias.
En el caso de que efectivamente haya sido sexo consensuado, si ella no estaba en todas sus facultades y con todos sus sentidos alerta, también se trata de una violación, pues está aprovechando que ella puede decir que sí fácilmente.
Una opción más, supongamos hay cero alcohol, cero drogas y solo una enorme atracción de los dos, Ojo, llámese “Kalimba” o DJ “X”, y es “guapísimo”, es más grande que ella, y el “coco wash” también aplica, aquí el individuo se está aprovechando de su mayor experiencia para convencerla.
Ahora, violación o sexo consensuado, la chica es menor de edad y el individuo lo supiera o no, no es justificación, bien dicen los reglamentos y legislaciones “el desconocimiento de la ley no exime su incumplimiento ni la sanción”.
Por lo tanto un minuto de calentura, le puede arruinar la vida y la carrera, por eso hay que pensar antes de actual o pedir IFE, de plano. Y siempre, siempre, respetar la decisión de la otra persona.
Kalimba es culpable, si no de violación, pues por lo menos sí de estupro y tanto con la que denunció como con su amiga. De cualquier manera el siempre tuvo ventaja sobre ella y la presión pudo haber sido física, sicológica o de plano si haber abusado de ella cuando ella estaba dormida o ligeramente inconsciente por las sustancias previamente injeridas.
Las leyes deben de aplicarse como si se tratara de un DJ no famoso y no darle privilegios de tipo alguno.
Dicen las pruebas médicas y periciales que ella tenía desgarros vaginales y anales ¿no?, ok, ¿qué más prueba se necesita?
Kalimba tuvo sexo con ella, siendo menor, y la forzó, pues si no hubiera sido así no habría desgarres.
Kalimba es culpable de estupro contra las dos menores y muy probablemente de violación contra la chica que demanda.
Ahí acaba el problema con el cantante. Y ahora, qué pasa con el antro debe haber una sanción también para el lugar, pues ¿cómo que vende bebidas a menores? Y también una para los responsables de esta menor. Pero esa ya es harina del costal de junto.